viernes, diciembre 26, 2008

Murakami Haruki: Dance Dance Dance

Murakami Haruki: Dance Dance Dance

Había una mujer que de vez en cuando se quedaba a dormir en mi apartamento. Luego desayunábamos juntos, y ella se iba al trabajo. Tampoco ella tiene nombre, pero sólo porque no es un personaje de esta historia. Aparece brevemente y desaparece enseguida. Por eso no le pongo nombre, para no liar las cosas. Pero que nadie piense que me la tomo a la ligera. La apreciaba mucho, y la sigo apreciando ahora que ya no está.
Eramos amigos, por así decirlo. Era, al menos, la única persona con la que podía decir que me unía cierta amistad. Tenía un novio formal, que no era yo. Trabajaba en una compañía de teléfonos, preparando las facturas con el ordenador. Ni yo le pregunté sobre su trabajo ni ella me contó demasiado, pero creo que era eso. Calcular el montante de las facturas telefónicas de otras personas, preparar los recibos, algo por el estilo. Por eso todos los meses, al ver en el buzón el recibo del teléfono, me daba la impresión de estar recibiendo una carta personal.
Además se acostaba conmigo. Dos o tres veces al mes, más o menos. Pensaba que yo había caído de la luna o de algún lugar semejante. ``¿Aún no te has vuelto a la luna?'', me pregunta entre risas. Estamos en la cama, desnudos, nuestros cuerpos muy juntos, sus pechos contra mi costado. Así pasmos muchas noches, charlando hasta el amanecer. El ruido de la autopista no cesa ni un momento. En la radio suena monótona una canción de los Human League. Human League. ¡Qué nombre tan absurdo! ¿Por qué usarán un nombre tan sin sentido? Antes la gente era mucho más moderada a la hora de ponerle nombre a un grupo. Imperials, Supremes, Flamingos, Falcons, Impressions, Doors, Four Seasons, Beach Boys.
Ella ríe cuando me oye decir estas cosas. Y luego dice que soy un tipo raro, distinto. En qué soy distinto, eso es algo que desconozco. Yo creo que soy una persona tremendamente normal con una forma de pensar tremendamente normal. Human League.
``Me gusta estar contigo'', me dice. ``A veces me vienen unas ganas tremendas de estar contigo. En el trabajo, por ejemplo.''
``Aha.''
``A veces'', dice ella marcando las palabras. Y luego deja pasar unos treinta segundos. La canción de los Human League ha terminado, y ahora suena algo de un grupo que no conozco. ``Ese es tu problema'', continúa. ``Me encanta estar así los dos juntos, pero no se me ocurriría pasar todo el día contigo, de la mañana a la noche. ¿Por qué será?''
``Ni idea.''
``No es que esté incómoda contigo. Es sólo que, cuando estamos juntos, a veces me da la impresión de que el aire se vuelve increíblemente liviano. Como si estuviéramos en la luna.''
``Este es un pequeño paso para el hombre...''
``No estoy bromeando'', me contesta incorporándose en la cama y mirándome de frente. ``Lo digo por tu bien. ¿Hay alguna otra persona que te diga estas cosas? ¿Qué me dices? ¿Acaso tienes a alguien?''
``A nadie'', le digo sinceramente. Absolutamente a nadie.
Vuelve a tumbarse, apoyando sus pechos en mi costado. La palma de mi mano le acaricia suavemente la espalda.
``Pues eso. Cuando estoy contigo, hay veces que el aire se hace muy liviano, como en la luna.''
``El aire de la luna no es liviano'', le apunto. ``En la superficie de la luna no hay absolutamente nada de aire. Por eso...''
``Es liviano'', susurra ella. No sé si ha ignorado mis palabras o si no las ha oído en absoluto. Pero oirla hablar en voz baja me pone nervioso. No sé por qué, pero hay algo en su susurro que me inquieta. ``Increíblemente liviano, a veces. Es como si tu y yo respiráramos aires totalmente distintos. Lo sé.''
``Faltan datos'', le digo.
``¿Quieres decir que no sé nada sobre ti?''
``Tampoco yo sé demasiado de mí mismo'', contesto. ``Lo digo en serio, no es que trate de filosofar. Es más real que todo eso. Faltan datos así, en general.''
``Pues ya eres mayorcito. ¿Qué edad tienes? ¿Treinta y tres?'' Ella tiene veintiséis.
``Treinta y cuatro'', la corrijo. ``Treinta y cuatro años y dos meses.''
Ella mueve la cabeza. Luego se levanta de la cama, se acerca a la ventana y abre la cortina. Se ha puesto mi pijama.
``Vuélvete a la luna'', me dice mientras la señala con el dedo.
``¿No hace frío?'', le pregunto.
``¿Quieres decir en la luna?''
``No, estoy hablando de ti'', contesto. Estamos en Febrero. Junto a la ventana, su respiración se ha vuelto blanca, pero sólo al oir mis palabras parece tomar consciencia de ello.
Se apresura a volver a la cama. La abrazo, y noto el frío del pijama. Aprieta su nariz contra mi cuello. Está helada. ``Te quiero'', me dice.
Quiero decir algo, pero no me salen las palabras. Ella me gusta mucho. El tiempo se pasa volando cuando estamos los dos así, en la cama. Me gusta dar calor a su cuerpo y acariciar su pelo. Escuchar el leve sonido de su respiración al dormir, llevarla al trabajo por la mañana, recibir la factura de teléfono que ella ha calculado (o eso quiero creer), verla con mi pijama puesto, que le queda grande. Pero no puedo expresarlo con palabras cuando llega el momento. No estoy enamorado de ella, pero tampoco vale decir simplemente que me gusta.
¿Qué se supone que debo decir?
El caso es que no soy capaz de decir nada. No se me aparecen las palabras necesarias. Sé que mi silencio la hiere. Ella no quiere que me dé cuenta, pero lo siento. Lo siento mientras acaricio la suave piel de su espalda sobre la espina dorsal. Muy claramente. Nos abrazamos en silencio durante unos instantes, escuchando una canción de título desconocido. Su mano está apoyada en mi vientre.
``Cásate con una mujer de la luna y crea con ella una estupenda familia de lunáticos'', me dice con dulzura. ``Es lo mejor que puedes hacer.''
Sin dejar de abrazarla, observo la luna por encima de su hombro, a través de la ventana abierta. De vez en cuando atraviesan la autopista enormes camiones cargados de algo muy pesado y levantando un estruendo lleno de malos presagios, como un iceberg que comienza a derrumbarse. Me pregunto cuál será su carga.
``¿Qué tienes para desayunar?'', me pregunta.
``Nada fuera de lo normal. Lo de siempre. Jamón, huevos, tostadas, la ensalada de patata que me hice ayer, y café. Si quieres, te lo preparo con leche caliente'', contesto.
``Estupendo'', me dice con una sonrisa. ``¿Por qué no preparas unos huevos con jamón, y me sirves el café con tostadas?''
``Ningún problema'', le aseguro.
``¿Sabes qué es lo que más me gusta del mundo?''
``Francamente, no tengo ni idea.''
``Lo que más me gusta'', me dice mirándome a los ojos, ``es estar en la cama una fría mañana de invierno, sin ninguna gana de levantarme. Y entonces oler el aroma del café, y oir el sonido de los huevos con jamón al freírse, y el crujir de las tostadas cuando las cortan, y saltar de la cama sin poderme contener.''
``Pues vamos a verlo'', le digo riendo.
*
No soy un tipo raro.
Eso creo, de verdad.
No voy a decir que sea el prototipo de la persona corriente, pero no soy raro. A mi manera, soy un ser humano absolutamente normal. Soy, necesariamente, todo lo normal que se pueda ser. Y esto es tan obvio, que lo que piensen los demás no me procupa lo más mínimo. No es mi problema; en todo caso, será su problema.
Hay quienes me tienen por más imbécil de lo que soy. Otros, en cambio, me creen excesivamente calculador. Pero eso me da igual. Además, ese ``más de lo que soy'' es sólo una forma de expresar una comparación con la imagen que tengo de mí mismo. Los demás me pueden ver imbécil o calculador, pero ése es un problema que no me preocupa. No hay malentendidos en el mundo, sólo diferentes formas de pensar. Y esta es mi forma de pensar.
Pero también hay personas que pueden extraer la normalidad que hay en mí. Son muy escasa, pero existen. Ellos/as y yo nos atraemos mutuamente de una forma completamente natural, como dos planetas flotando en el espacio oscuro del universo, y luego nos separamos. Aparecen en mi vida, se relacionan conmigo, y un buen día desaparecen. Son mis amigos, mis amantes, mi esposa incluso. A veces acabamos enfrentados. Pero siempre, en todos los casos, acaban yéndose. Se rinden, o pierden las esperanzas, o caen en el silencio (no sale nada del grifo, por muchas vueltas que le den), y finalemente desaparecen. Tengo una habitación con dos puertas. Una de entrada, otra de salida. Las dos no son compatibles. No se puede salir por la entrada, ni entrar por la salida. Esas son las reglas. La gente entra por la entrada, y sale por la salida. Hay muchas formas de entrar y muchas formas de salir. Pero lo que no cambia es que todos acaban saliendo. Unos se fueron en busca de nuevas posibilidades, otros por ahorrar tiempo. Otros murieron. No ha quedado nadie. No hay nadie en la habitación, sólo yo. Tengo siempre muy presente su ausencia. La de quienes se fueron. Las palabras que dijeron, los alientos que exhalaron, las canciones que tararearon, ... Todo lo veo flotando como un polvillo por las esquinas de la habitación.
Probablemente, la imagen que ellos vieron de mí se acercaba bastante a la realidad. Por eso se me aproximaron, y por eso también se fueron. Ellos reconocieron la normalidad que hay en mí, y mis sinceros esfuerzos por conservarla. Me hablaron y me abrieron su corazón. Casi todos se portaron bien conmigo. Pero no había nada que yo pudiera darles, y si algo les di no fue suficiente. Siempre me esforcé por darles todo lo posible. Hice todo lo que pude. Y también buscaba algo en ellos. Pero al final no resultó. Y se fueron.
Es duro, por supuesto.
Pero más duro aún es el hecho de que salieran de la habitación mucho más tristes que cuando entraron. Salían con una parte de sí mismos erosionada. Yo me daba cuenta de ello. Es curioso, pero ellos parecían estar mucho más erosionados que yo. ¿Por qué será? ¿Por qué siempre quedo yo? ¿Y por qué queda siempre en mis manos la sombra de alguien erosionado? ¿Por qué? No lo sé.
Faltan datos.
Por eso nunca obtengo la solución.
Hay algo que falta.
Un día, al volver de una reunión de trabajo, encontré una postal en el buzón. Era una foto de un astronauta caminando por la superficie de la luna. No había remite, pero al primer vistazo supe quién me la enviaba.
``Será mejor que no volvamos a vernos'', había escrito. ``Pronto me casaré con un terrícola.''
Escuché el sonido de la puerta al cerrarse.
Datos insuficientes. No hay solución. Pulse Borrar.
Pantalla en blanco.
Me pregunto cuánto tiempo más van a continuar así las cosas. Tengo ya treinta y cuatro años. ¿Hasta cuándo?
No estaba triste. Al fin y al cabo, estaba claro que yo era el único responsable. Era natural que ella se alejara de mí, y lo sabía desde el principio. Los dos lo sabíamos. Pero perseguíamos un modesto milagro, una oportunidad de cambiar las cosas en lo fundamental. Pero esa oportunidad no se presentó, claro. Y ella salió. Cuando se fue me sentí solo, pero era una soledad que ya había experimentado antes. Sabía que acabaría superándola.
Ya estoy acostumbrado.
Pensar estas cosas me hace sentir mal. Siento surgir en mis entrañas un líquido negro que pugna por subir hasta la garganta. Me pongo delante del espejo del cuarto de baño. Este soy yo. Sí, ése eres tú. También tú estás gastado, mucho más de lo que crees. Me veo la cara más sucia y envejecida que nunca. Me lavo la cara meticulosamente con jabón, y me doy una friegas con la loción. Luego me lavo las manos, y me seco bien con una toalla nueva. Voy a la cocina y ordeno los contenidos del frigorífico mientras bebo una lata de cerveza. Tiro los tomates echados a perder, alineo las cervezas, cambio de sitio las fiambreras, hago la lista de la compra.
Al amanecer estoy solo, y mientras miro distraídamente la luna me pregunto hasta cuándo seguirá esto. Seguramente encontraré a otra mujer dentro de poco. Y nos atraeremos de forma natural, como dos planetas. Y esperaremos inútilmente un milagro, malgastando el tiempo, erosionando nuestros corazones. Hasta que nos separemos.
¿Hasta cuándo?

jueves, julio 17, 2008

mis creaciones: canciones

YO NECESITO AMOR

Hay una cosa que quiero que sepas
que ha dado de vueltas dentro de mi cabeza,
es esta ausencia que no se me olvida
que ya no se oculta ni en la penumbra eterna.

Es un demonio que me susurra
tantas cosas locas, que me habla de tristezas.
Es este mal el que me preocupa,
el que me tortura y callabas con tu presencia.

Y es que yo necesito amor
que escuches mis lamentos hoy
para olvidarme de la distancia
con cada palabra que tu me digas.

Y es que yo necesito amor
escucharte decir que me amas
y aunque pasa el tiempo
tu también me extrañas.

Hay otra cosa que quiero que sepas
y solo se decirte de una forma intensa
y eso es algo que tu bien sabes,
que llevo aquí adentro y te dije hace tiempo.

Y eso es que yo te amo tanto, tanto, tanto, tanto,
desde aquel día que entraste en mi vida.
Y que ahora que te encuentras lejos
yo te extraño tanto, tanto, tanto, tanto,
y te amo sin medida.

Y es que yo necesito amor
que escuches mis lamentos hoy
para olvidarme de la distancia
con cada palabra que tu me digas.

Y es que yo necesito amor
escucharte decir que me amas
y aunque pasa el tiempo
tu también me extrañas.

Y es que yo necesito amor
que escuches mis lamentos hoy
para olvidarme de la distancia
con cada palabra que tu me digas.

Y es que yo necesito amor
escucharte decir que me amas
y aunque pasa el tiempo
tu también me extrañas.

mis creaciones: canciones

DESEANDO MÁS

Si tu quisieras
te daría mi alma
por unos días
unos días junto a ti.

Si me permitieras
te daría mis sueños
te daría mis alas
y volaríamos al cielo.

Si me lo pidieras
protegería tus deseos
volaría en tus brazos
recorreríamos el universo.

Juntos
por siempre
y siempre
deseando más.

Toma
mi mano
deja
que te haga feliz.

Te amo
más
de lo que has imaginado.

Ven a mi lado,
susurra en mi oído
esas
palabras mi amor.

Te amo
más
de lo que has imaginado.

Juntos
por siempre
y siempre
deseando más.

Toma
mi mano
deja
que te haga feliz.

Te amo
más
de lo que has imaginado.

La vida
nos dará el tiempo
y a tiempo
nos amaremos más.

Ven
a mi lado
dame tu mano
y confía en mi amor

Ven
vuela conmigo
al cielo,
al infinito y más.

Te amo
más
de lo que has imaginado.

Juntos
por siempre
y siempre
deseando más.

Toma
mi alma
y con tu alma
seré muy feliz.

Te amo
más
de lo que has imaginado.

Juntos
por siempre
y siempre
deseando más.

mis creaciones: canciones

TIEMPO AL TIEMPO

Sé, muy bien
que te encuentras lejos
y que
la distancia es larga.

Una frontera nos divide
y un huso horario nos separa.

Pero, sé muy bien
que dentro de un tiempo
Juntos
podremos estar.

Amor mío
escucha un momento
esta canción
es para ti.

Piensa un poco en mí
y no me olvides amor
Tiempo al tiempo hoy
y el tiempo nos corresponderá.

Tiempo al tiempo hoy
y mañana te podré abrazar.
Tiempo al tiempo hoy
y mañana te amaré más.

Pronto los ojos abrirás
y a mi lado despertarás.

La vida nos favorecerá
y alcanzaremos la felicidad.

Amor mío
escucha un momento
esta canción
es para ti.

Piensa un poco en mí
y no me olvides amor
Tiempo al tiempo hoy
y el tiempo nos corresponderá.

Tiempo al tiempo hoy
y mañana te podré abrazar.
Tiempo al tiempo hoy
y mañana te amaré más.

Pronto despertarás
y tu cama vacía no hallarás
porque a tu lado
dormiré en paz.

frases miguelescas

“La tristeza es producto del ocio”.

frases miguelescas

“Ser un borrego es aún peor que vender tu alma al diablo, con el diablo al menos sabes lo que te espera, con otra persona… es imposible saberlo”.

frases miguelescas

“Cegarse es tener mucha o poca luz ante los ojos”.

frases miguelescas

“Soñar es el camino hacia una idea”.

frases miguelescas

“La muerte del hombre comienza cuando la inseguridad, el miedo y la soledad invaden su alma (Filosófica)”.

frases miguelescas

“La muerte del hombre comienza desde que nace (biologísta)”.

frases miguelescas

“El fin y el inicio son una misma cosa, para cada cual varía el orden de ellos”.

frases miguelescas

“Los malos entendidos terminan cuando el bien decir comienza”.

frases miguelescas

“Mi mentira es mucho mejor que tu verdad”.

frases miguelescas

“La soledad no es más que la imposibilidad de enfrentarse a sí mismo”.

frases miguelescas

“Las mujeres normalmente aman a quien menos lo merece, pues prefieren dar limosnas a dar premios”.

Novela-- "historias verdaderas de realidades irreales"--

Capitulo 1:

Estancia en el hospital

Una luz tintineaba al fondo del pasillo, la clínica estaba envuelta en un sonido embriagador – No puedo asegurar si realmente oía algo o solo lo imaginaba. La incontable cantidad de miligramos de no se cuantas pastillas y líquidos conectados a mi cuerpo a través de sondas me hacía dudar de todo lo que pasaba. Mi andar por ese pasillo era tambaleante, sentía los golpes que me propinaban las paredes al chocar con ellas y golpear mis costados, mientras caminaba rumbo al punto rojo al final del pasillo, llegué a él, el centelleo de la lámpara descompuesta era azorador –Parece que adormece cada vez más mi ya lánguido cuerpo con solo estar parado en este lugar- me dije -Maldito botón de que te sirve el color si no brillas – le grite estúpidamente al botón. Mi presión frenética sobre el trozo plástico y redondo montado en la pared era realmente inútil, comencé a gritar - ¡Enfermera! ¡Enfermera! El beep ensordecedor parece no desistir, no se si lo escucho o solo alucino que esta allí dentro de mis oídos magullándolos cada vez más. Estoy paralizado por el sonido, parece que la tierra se mueve un tanto más, tapo con mis palmas mis oídos tratando de callar el nefasto beep, esta destrozando mis oídos - ¡Ahh!, grito mientras voy cayendo al piso, el movimiento del suelo y el ruido me hacen azotar. Caigo al piso y toco con mis rodillas mi cabeza al flexionarme, un halito calido atraviesa los poros descubiertos de mi piel, los cuales son muchos considerando lo poco que me cubre esta bata de hospital. Abro los ojos y me estiro un poco ya que el ruido parece ceder, miro hacia la puerta de la que salí que ahora queda a unos metros de mis pies, súbitamente la puerta de la habitación donde me encontraba es arrojada contra la pared opuesta del pasillo, una ráfaga de fuego parece empujarla y solo deja su rastro cenizo en la pared antes blanca – Ahora entiendo lo lloroso de mis ojos, lo rasposo del aire y la comezón en mi piel. Me digo en pensamientos. Poco a poco la onda de calor se acerca a mi cuerpo, la reacción de supervivencia que por instinto tenemos los seres humanos me lleva a realizar un giro sobre mi costado y entrar en una cavidad apenas protegida por un pequeño muro y una camilla sobre mi. La ola de aire hirviendo atraviesa el pasillo, mis pestañas y algunos vellos descubiertos son calcinados por el viento que ha avanzado sin la mas mínima conciencia de mi presencia. Me levanto, aun aturdido y camino con ese paso lento propio de las personas en recuperación hacia la salida de la sección donde me encontraba, la adrenalina en mi sistema comienza su batalla frenética con los analgésicos suministrados a mi torrente sanguíneo y siento como la fuerza regresa de a poco a mi sistema, comienzo a apretar el paso. El molesto ¡Beep! sigue en mis oídos y su viaje diametral me produce jaqueca; por fin llego al final del casi eterno pasillo, la luz tintineante a quedado atrás, suplicando misericordia, implorando no morir. Empujo la buscando la salida, la libertad; y como si cruzara a otra dimensión el ¡Beep! el castrante ¡Beep! desaparece, escucho la puerta azotarse. -¡Por fin escucho! Grito a los cuatro vientos, y preferiría no haberlo hecho, un sonido triste, un ruido desolador llega por mis orejas a mi cerebro, el crujido de metales en colisión, de llamas ardiendo en rededor, de cuerdas vocales desgarradas tras días, horas o minutos de intensos gritos. Llego a la recepción, mi paso aletargado a cambiado por un andar más firme, más rápido; veo entre mis achicharradas pestañas un vaso de agua, o eso parece lo cenizo del contenido hace imposible describir de que sustancia se trata, pero es mejor que nada, arrojo el líquido a mi rostro y froto mis ojos, veo con una mejor claridad, y como si el dejabú prosiguiera de mis oídos, desearía no haber visto, el fuego, la destrucción en todas partes, cuerpos calcinados o aplastados y los escombros de un edificio arrojados en todas direcciones. La desesperación y el miedo comienzan a rebasar mis umbrales de tolerancia, un grito se ahoga en mi garganta tiznada, doy un trago a mi escasa saliva, arrojo la mucosa de mis fosas nasales y el hedor de la muerte entra a mis pulmones, carne quemada y sustancias volátiles alcanzo a distinguir en lo profundo de mis entrañas. un pedazo de metal, una viga cae a mi lado, mi asombro es abatido y el pánico ocupa su lugar, comienzo una carrera hilarante por la sala con rumbo a la salida, tomo la puerta y justo en el instante de empujarla escucho una explosión, la onda expansiva me arroja a través del cristal de la salida, golpeo el concreto e intento incorporarme cual gimnasta tras cometer un error en la salida, di dos pasos y un ardor insolente achacó mi espalda, miles de luces rojas y azules me cegan de nuevo, escucho por un altavoz un dialecto que no comprendo, comienzo a caminar aliviado y de pronto el crujir del metal, el romper del concreto y lamentos de terror son los sonidos que reinan en el ambiente, el edificio comienza con su colapso, corro pero las ruinas parecen saltar como guardias celtas impidiendo mi paso, todas las direcciones se bloquean, un golpe apabullante rompe mi pierna derecha, no puedo ver más que oscuridad, el dolor impera dentro de mis sensaciones y solo atino a implorar que la luz me ilumine y que la luz abrace a mi familia, aunque sé que a partir de ahora ese resplandor será solo un sueño, sueño al que jamás he de volver.

ideario 2

2

The high to the dead
Silencio eterno en las cumbres borrascosas, dolor, angustia, calor y lágrimas a esa altura tan distante, a esa temperatura tan helada, en ese lugar con tanta calma, en ese sitio tan grato. Caminos serpenteantes que suben y bajan, nos llevan a la cima de aquella cordillera, paso a paso avanzando va la vida, paso a paso se acaba la energía. Al llegar tan alto el respirar se complica, el camino que nos llevó hasta allá se pierde entre la neblina y solo queda una salida, hacia abajo. Despliegas tus alas y sientes el viento, respiras profundo, lanzas un último aliento, te impulsas, flotas, aleteas y vuelas; la brisa se atraviesa tus poros, el fulgor que emanaba de tus entrañas se hiela con el frío de la altura y de la velocidad tomada, la sangre se congela, muerte se refleja en tu mirada, una sonrisa trémula se aloja entre tus labios y un tenue alarido se pierde en el infinito…

ideario 1

1

La vida y la muerte se conjugan cuando estamos concientes y nos encontramos en un estado emocional específico. Muy particularmente, muy personalmente, cuando estoy confundido me aíslo, me alejo, me muero.
Los caminos solitarios son totalmente ácidos y desgarradores, son caminos mortuosos. Cadáveres se extienden en rededor, en un sendero eterno; la muerte se toca, se huele, se siente, sabe… te acaricia tan encantadoramente, tan seductoramente que el camino aunque solo, lo recorres acompañado. Por fin alguien se acerca a ti, alguien temible para muchos, amoroso para otros, para mí, la figura que necesitaba cerca, la pareja ideal que nunca me ha dejado y que sabe cuando me dirijo a cavernas oscuras como a la que me dirijo, no me abandona.
Desde hace dos días la muerte me acompaña, y vamos dos en el sendero.
Muerte y soledad juntas ¡quién lo creería!
Solo algo pudo unirlas: la confusión.
…Hoy soy confusión, hoy soy soledad,
hoy soy muerte…

You can be happy… I must be dead…

perder adeptos

PERDER ADEPTOS

Implorando al cielo está su madre
blasfema improperios al dios distante
clama justicia y llora amargura
y la venganza oculta su amor y finura.

Dios no entiende que pierde adeptos
cuando a ciervos incautos y orates
decide llevarse a su paraíso infame.

aguamiel

AGUAMIEL

Aguamiel que cae del cielo
embriaga el alma
explota en tu sexo
sin miedos, sin previos.

Carne trémula que con llanto atraviesa
las sabanas y las bragas,
y tus tontas trenzas,
llanto volátil, noche fugaz.

Tabaco y alcohol nos hacen gozar,
de arrepentidos lleno el cielo está
pecadores y hambrientos me esperan ya.

Pues tu edad oculta estaba
en tus senos frondosos
en tu carne ardiente.

el prado 1

EL PRADO (1)

Se cierne en los campos
un eco de cantos olvidados,
florecen los prados y de colores
cobijan los llantos congelados.

El dulce y el bronce
se extienden en los sentidos
y paso a paso aumentan los silbidos,
los zumbidos y lo violetas.

El astro rey parece ceder
sus graves y sus agudos
a la orquesta por nacer.

Muere el tiempo y el cielo
la vida me absorbe y me toca,
y a sueños diurnos me remonta.

dos amantes 1

DOS AMANTES (1)

Dos amantes que se alejan,
el llanto recorre sus mejillas
y nada pueden hacer para evitarlo,
solo se miran, se abrazan y se besan.

La lluvia rompe el viento
y aterriza creando destrucción
que se refleja en las cavidades
que genera su choque con el suelo.
al golpearlo a él,
al explotar en ella.

Y las gotas de lluvia maquillan
el lagrimeo escandaloso
de los jóvenes amantes,
ahora lejanos
no en distancia
pero si en esencia.

Dicen por allí que amor de lejos…
es de pendejos, de pensarse,
de olvidarse…

Y los dos amantes no están dispuestos
a correr el riesgo de lastimarse,
aunque en este instante es imposible
¿Tal vez el sacrificio vale la pena?
se preguntan, pero el dolor inflingido
es mucho mayor del que ellos esperaban.

Y se repiten, incansables, la pregunta
¿Tal vez valga la pena?
Olvidar al ser amado
apartar a tu acompañante de vida,
terminar con el estupor y la expectativa.
Y la cuestión sigue sin respuesta
¿Tal vez vale la pena?
Huir de este hoyo, del maleficio nacional;
para buscar una oportunidad
que esta bella tierra no brinda
y que probablemente aguarda
en la tierra prometida.

La respuesta a la interrogante
es parte de la pregunta misma,
un absurdo, un error ortográfico,
un fallo gramatical, una esperanza restringida
entre signos de puntuación
empleados en nuestro lenguaje el español
¿Tal vez vale la pena?
La respuesta está en la pregunta
Tal vez…

Y los amantes siguen llorando,
el reloj no deja de avanzar
y la cultura del tiempo
y de la prisa los apura.

Aunque se despiden no se dejan,
saben que se alejan y no quieren decirse
lo que es inevitable, lo que es ineludible
en especial con la cuadratura de sus mentes.

Amor de lejos es de pendejos
la frase que recorre sus cabezas
desde el día que ella sabía
que su vida lejos
de el continuaría.

Dos amantes que de tanto amarse se dejaron.
Dos amantes que de tanto amarse no miraron
que el destino es paradoja de sí mismo.

Dos amantes que intentan retenerse con llanto,
con lagrimas perennes a pesar de la tormenta.

Él la abraza y ella lo besa,
y entre llanto y llanto,
a pesar del amor y de la fuerza,
un apretón de manos,
un relámpago, un trueno y un charco
un abrazo, un beso y un te amo
paso a paso los dos se alejan…

la busqueda

LA BÜSQUEDA

1

Envuelto en una luz cegadora
se encuentra perdido
un niño de alma soñadora.

Hadas, duendes, gnomos y mariposas
rondan su cara
y atosigan su alma,
medita con tremenda agitación
acerca de su mundo
y su eterna crispación.

Con todo y sus esfuerzos, vacuos
pero al fin esfuerzos,
la vida le pasa,
le pasa la vida.

Entre sueños y besos,
caricias y deseos,
olvida el encanto
el brillo del sol
el aroma del viento
y de los sueños
ahora deshechos.

2

Volar a mundos nuevos,
viajar por praderas,
por valles y mares,
siempre bellos, siempre eternos.

En búsqueda de algo,
con el encuentro de nada,
acompañado siempre,
de soledad su fiel compañera.

Nada sabe y nada teme,
por eso viaja a universos
repletos de magia
buscando encontrar
y no encontrando nada.





3

La búsqueda de lo eterno,
perenne mantiene al viajero
de una y mil generaciones,
cuya apariencia se renueva
con el infame paso del tiempo
no así sus emociones.

Inepto, inocente,
incauto, ávido,
es su descripción,
porque al viajero
todo le sorprende,
todo le maravilla,
pero nada lo conforta,
nada lo desvía
de su búsqueda incansable
que se extiende ante sus ojos,
que persigue todas sus vidas.

Y nunca dejará de buscar el viajero
sin encontrar nada,
sin saber que busca,
sin desear saberlo.

4

Buscando busca el buscador
una búsqueda que no busca buscar.
Al buscar busca buscar
la búsqueda incesante que busca
busca una búsqueda delirante.
Y si la encuentra
buscara seguir buscando el buscador.

colours

COLOURS

I want go to the infinite space,
where the infinite became in the end,
when the end became in life.

Follow me and I try
to paint your pain
in another colours.

I want that we cross together for the spectre
Do you want go in this road with me?
Only you can try
Only one trying.

warning sing

WARNING SING

Una señal de peligro
y mis sentidos se encuentran perdidos,
lo cierto es que te extraño,
lo cierto es que te sueño,
lo cierto es que no puedo vivir en tu ausencia.

La verdad más desgarradora
esa es la indiferencia,
no sentir de nuevo tus manos,
tus labios o tus sueños.

No saber de donde vengo
o a donde voy
no saber si te miraré
cuando pase esta señal de peligro.

Lo cierto es que te extraño,
lo cierto es que te sueño,
lo cierto es que te extraño tanto,
lo cierto es que te amo tanto
que no se vivir en tu ausencia.

frio polar

FRÍO POLAR

...El polo norte
y el icono sur
que reblanquecen
hasta donde la vista llega
que enfrían hasta los huesos
… hasta la vida,
son mas parecidos
a la llama que emerge
en esta noche de nuestras vidas.

Calor, fulgor
fío polar
es igual a la pasión, al sexo,
a nosotros.

no la encuentro

¡NO LA ENCUENTRO!

El calor,
el fulgor,
todo eso resplandeciente
que brillaba en nuestro primer encuentro;
cuando por primera vez
vi desnuda tu alma
y contemple maravillado
la hermosura de tu cuerpo…

Ahora en esta octava o décima ocasión
que buscamos revivir esa pasión…

…¡No la encuentro!

la luz de las mañanas

LA LUZ DE LAS MAÑANAS

La luz de las mañanas
se asoma en tu mirada.
Al observarte recostada en esta cama,
clavando tus pupilas en las mías
y sonriendo, dándome los buenos días
me robas el aliento por completo,
imploro de ti una cosa
en este amanecer de otoño,
devuélveme con un beso
el hálito de vida que me has robado
antes que sea la hora en que caiga muerto.

dios

¿Quién es Dios?

Esta pregunta ha generado controversia a los seres humanos por generaciones, en especial desde la institucionalización de las religiones monoteístas, tras la aberración de aquellas herejes que sugerían la fuerza de un ser con cualidades impensables de acuerdo a los elementos naturales, a los elementos culturales o a las cualidades y defectos existentes en las personas, filosofo un poco respecto al tema y considero que en aquellos tiempos debido a la existencia de muchas deidades era mucho mas sencillo creer en ellas; porque a fuerza de ser sinceros es mas factible el creer en cualidades diferentes de entes distintos. La creencia de que en un solo ser es posible depositar todas las virtudes del ser humano e ignorando los defectos me parece bastante compleja e irreal, cuando todo el poder se reparte entre diferentes entes es fiable la existencia de sentimientos humanos entre ellos, debido a que las limitaciones de sus poderes podría generar en ellos situaciones similares a las que vivimos los seres humanos, creo que a partir de esa idea es que podemos creer en nuestra propio infortunio e imperfección y es gracias a este tipo de factores que se pueden recrear, imaginar o narrar situaciones divinas que reflejan conflictos, amoríos y satisfacciones existentes entre las deidades, debido a ello es más fácil crear una identificación de los seres humanos con la deidad, es decir, adoptarías y adorarías en mayor medida a aquel dios con el que pudieras identificarte. Al contrario con un Dios único, es más complicado generar estos rasgos de identificación, debido al irrealismo reflejado en la perfección absoluta, a las facultades jurídicas que genera esta posición perfecta, a la creación de todas las cosas gracias a su gracia y bondad divinas, sin un apartado de preexistencia de orden narrativo que mostrara los pasos para llegar a esa perfección o el origen del ser absoluto, entre otras.

Creo además que ingenuamente las sociedades modernas recaen o retroceden a este aspecto casi animal de creencias politeístas, por ello vemos religiones variadas, con sus propias reglas, mentores, manejos internos, valores, objetivos e historias, a pesar de que la mayor parte de ellas hace referencia a un ser similar o igual, con ideas semejantes, con características paralelas, pero que debido a que la historia no es escrita por la propia pluma de los personajes, sino que se pierde entre las narraciones de quienes escucharon el relato, surge entonces la vieja paradoja del teléfono descompuesto en la que cada uno del que cuenta la historia le agrega o le retira letras a las palabras, palabras a los enunciados, enunciados a los párrafos y párrafos a los cuentos de acuerdo a sus intereses. Esto trae como consecuencia la disputa por la verdad absoluta, esa verdad irrefutable y la desacreditación absoluta al defender los colores de la toga empleada por el dios a creer. Y creo que muchas de las batallas desde tiempos inmemoriales deben tener su origen en este aspecto elementalmente humano, el creer tener la razón e imponerla a los que tienen el arrebato de seguirnos ciegamente.

Debido a ello he llegado a la cuenta de no creer en nada, en el aspecto religioso fui criado bajo el régimen católico y conforme han pasado los años he indagado, poco, respecto a otras ideologías religiosas, a otras teologías; eso me ha dado una perspectiva compleja e indulgente respecto al tema, me han considerado hereje en varios templos religiosos, mis cuestionamientos respecto a las ideas vertidas en las sesiones espiritistas manejadas en todos los cultos, y gran parte de mi imprudente curiosidad me han llevado al rechazo de estas formas de adoración. Eso es una cuestión que en realidad me hacía sentir un adefesio maldito, un demonio convertido en humano llegado a este mundo para pervertir las mentes de aquellos que eran devotos e esta o aquella manera de creer. Después de varios años de esta idea insana de mi mismo me vi condenado a la elección de solo dos caminos, creer en algo (lo que fuera decía mi madre) o no creer en nada (sacrilegio, herejía, condena eterna); elegí la segunda, naturalmente, pero esa ambición, esa hambre humana de poder sostenida lánguidamente por la telaraña invisible de la razón-aserrazón me llevó a intentar adentrar un poco (al menos tibiamente) en el saber contenido en las posibilidades existentes, eso me llevó a concebir la idea del Dios narrado en todas las religiones, como un ser único y unidimensional, que tenía una filosofía, una particular visión del mundo y el camino singular para la superación humana, pero evidentemente sin dejar de lado mis demonios internos seductores del pensamiento y destructores del conocimiento universalmente aceptado. Esto me llevó a cuestionarme sobre la forma de representación del dios que todos podríamos ubicar a pesar de nuestra profesa de fe.

Todos los seres humanos al escuchar la palabra Dios, nos llena la mente con ideas de perfección, de gracia, de humanismo, de poder, de juicio, de creatividad, de ingenio, de expectación, de… de tantas cosas que es imposible escribirlas todas en especial debido a la brevedad de este texto. A nivel personal, considero que dios no es un ser extraordinario ni magnifico, eso no me lleva a no creer en su existencia, pero alejado de esa realidad de creencia, de un ser impávida, de un ser piadoso, de un ser perfecto, de un ser; creo que el dios es un ente existente solo en el ideal y forzado a emplear una máscara y un cuerpo humano-humanoide para lograr la identificación de las masas, para evitar el temor ante lo diferente, para evitar el rechazo ante lo distinto, creo vehementemente que el dios es solo un equilibrio natural , un estado homeostático en el cual las energías necesarias para la existencia, la sobrevivencia de los seres que habitan el universo, se equilibran, se consumen, se expelen, se devoran y se degluten para hacer posible el re-uso, el reciclaje de la misma energía requerida para la creación, mantenimiento y extinción de la vida, y de las funciones que esto conlleva, mi dios es el equilibrio, mi dios es Alá, Jehová, Dios, Buda, Natura, Universo, Cosmos, Gaia, el nombre no importa la acción y la perdurabilidad es lo importante, al menos creo en algo dice mi madre, y eso creo que le da una ecuanimidad a mi vida, creo que es necesario creer en algo superior a nosotros mismos para no sentirnos lo mas grande del universo, la ultima bebida del desierto, para no elevar nuestro ego hasta los confines del espacio-tiempo, supongo que es por esta sensación que el ser humano comenzó a crear estas entidades de poderes sobrenaturales o mejor dicho naturales (por que de no ser naturales no existirían) a fin de encontrar culpables de sus desgracias y sentido a su andar por el mundo.

Pero esta creencia no creyente, me ha llevado a cuestionarme ¿Cómo es el dios o los dioses que todos adoran? no creo que sea un ser único y perfecto, desde la idea de perfección que cualquier persona quiera manejar, de existir como un individuo creo que sería un ente que siguió alguna ruta que lo llevó a la comprensión casi absoluta en un plano aún inaccesible para muchos de los humanos comunes como nosotros, creo que es un tipo que debido a ello es perfectible y no perfecto y gracias a ello, a la gracia divina nos heredó esa característica irremediablemente humana, y que debido a ella al crear, al inventar, al chaquetearse la imprudencia de gestar nuevos entes que pudieran llegar a alcanzar los mismos objetivos que el alcanzó, cometió errores al no considerar que su elevación intelectual y emocional se debido a un proceso de desgaste y aprendizaje, intento tener amigos con su mismo nivel y al ver que en ellos había una característica impura e impredecible tuvo que alejar de su lado y creyó conveniente aleccionarlos en situaciones extremas, emulando las que el pasó para lograr su estado, sin considerar que el ser humano es desagradecido y olvidadizo por razones aun inaccesibles para esta joven mente; no logro vislumbrar que el ser humano reafirma sus lazos con la interacción y que la falta de estos lazos pierde la armonía con los otros y relega a un plano de desconocido a eso con lo que no se relaciona, esto se observa en su temor y rechazo a lo desconocido, a lo incomprendido, por eso existen tantas personas ateas, o como en mi caso irreligiosas, además no contempló que aquellos que lograran guardar aspectos nomotéticos te su existencia crearían caminos imprudentes de adoración, buscando lograr la piedad del creador, buscando la aceptación y la vuelta a los campos elíseos, al paraíso, a la tierra prometida, a lo eterno.

Creo sinceramente que esto no le debe crear una preocupación a dios, debido a que “hemos sido hechos a su imagen y semejanza”, y considerando esa efigie y esas similitudes, dios debe tener muchas de las virtudes y defectos que tenemos, sino ¿de donde los obtuvimos? (si es que esta idea tan cuadrada es verdadera), si observamos la naturaleza humana y el progreso de nuestra cultura, nuestra ciencia, nuestras sociedades, creo que dios debe estar en un proceso de desgaste similar a las épocas humanas. En un inicio tenía un afán perenne por tener sentido de vida y de sobrevivir ante el medio desconocido, como los antiguos en nuestra civilización; supongo que después comenzó a adquirir conocimientos, a acumularlos y generar en base a ellos nuevas explicaciones al mundo, gestando teorías, como nos griegos, romanos, orientales y americanos de aquellas épocas; luego llegó una época que de tanto hacer generó desgaste y hecho la hueva dicen los jóvenes, teniendo en si mismo muchos conflictos internos debido a tanta información, por ello dejó de crear, de inventar de imaginar, como en nuestra tan contada edad media; después de un año sabático se decidió a regresar a las andadas y comenzó a establecer nuevas ideas respecto al infinito, y con ello contradijo sus teorías anteriores y estableció nuevos preceptos, como lo acontecido a partir del renacimiento hasta nuestra época, debe seguir en ese camino y debe continuar intentando ser perfecto, porque en realidad se ha equivocado bastante y a lo ojos de muchos ha resultado injusto con la mayor parte de los seres, al menos en este planeta, sino no habría extinciones, muertes, guerras, hambre, pestes, caos. Pero creo como lo dije que dios es un equilibrio y debe poder autorregular todo aquello que exista, por ello la autodestrucción y la destrucción de las cosas, quiero pensar que se debe en parte a un balance material y al mismo tiempo a un avance intelectual, sensitivo y filosófico, es decir, a un desarrollo de la condición humana y una valorización de todo lo que nos rodea.

También creo que el dios debe ser un tipo gordo, tan gordo que no tiene más remedio que emplear esa toga infame y totalmente antiestética, en un afán por tener pegue con las chicas, por ocultar su sobrepeso, debido al goce de esos placeres inmundos que tenemos por todas aquellas sustancias que generan hormonas de felicidad, como el alcohol, las drogas, el tabaco, el sexo (con mujeres u hombres porque el dios seguramente es plurisexual, es decir, le gusta de todo, sino no habrían todas las filias existentes), la comida (la mas grasosa, salada y dulce que pueda existir), los hermosos paisajes, la lectura, los videojuegos, la televisión, la fiesta, la charla, y un incontable número de etcéteras incluyentes de las bajezas más viles que hay en los seres humanos así como de las virtudes más grandes existentes en nosotros mismos. Creo que el dios no debe estar viéndonos todo el tiempo, por ratos debe andar en su mundo torciéndole el pescuezo al ganso decían mis amigos, ensimismado en sus conflictos generados por su soledad extrema, por su falta de solidez en las relaciones que entabla, por la sobre estimación de sus creaciones, por su pre-post juicio debido a su omnipotencia, debido a que ha de estar en su sala escuchando música celestial, rock, heavy metal, clásica, pop, hardcore, punk, alternativa, baladas, trios, mariachis, polkas, duranguense, banda, cumbia, salsa, reggaeton, reggae, ska, surf, etc. tocando su lira e intentando igualar los compases de flash, morrison, santana, o en el karaoke con los beatles, queen, zepelin, don chente, o viendo películas de kubrick, scorsese, los cohen, por ejemplo, o leyendo a paz, nervo, chistie, bécquer, etc. Echando de vez en cuando una miradita a nuestro mundo y soltando carcajadas por las estupideces que realizamos en cotidiano, pero siempre con un anhelo eterno por habernos mantenido a su lado.

Creo que si el dios existe se daría cuenta que el ser tan rígido y cuadrado en su pensamiento lo ha llevado a estar eternamente solo, condenándose a observar las disputas generadas a partir de su imperfección heredadas a sus creaciones, debe sentirse culpable de haber condenado a seres tan extraordinarios (aunque no siempre lo demuestran) capaces de lograr proezas que desafían sus limites, a un sufrimiento constante, a una delirante realidad, a un sueño eterno, a una búsqueda insaciable, a una vacuidad en grandes masas; de ser así estoy seguro que cualquiera que sea dios el arrepentimiento lo llevaría a actuar en algún momento, considero que por ello ha creado la conciencia, el pensamiento, la reflexión, los valores, a fin de hacernos comprender lo esencial de las cosas aunque aun estemos lejos, la mayoría de nosotros, de vislumbrar la profundidad de esas constantes, pero algún día el ser humano será capaz de retomar ese camino.

miércoles, julio 16, 2008

yo necesito amor

YO NECESITO AMOR
(Aarón Miguel Reyes Blanco, marzo 2008)

Hay una cosa que quiero que sepas
que ha dado de vueltas dentro de mi cabeza,
es esta ausencia que no se me olvida
que ya no se oculta ni en la penumbra eterna.

Es un demonio que me susurra
tantas cosas locas, que me habla de tristezas.
Es este mal el que me preocupa,
el que me tortura y callabas con tu presencia.

Y es que yo necesito amor
que escuches mis lamentos hoy
para olvidarme de la distancia
con cada palabra que tu me digas.

Y es que yo necesito amor
escucharte decir que me amas
y aunque pasa el tiempo
tu también me extrañas.

Hay otra cosa que quiero que sepas
y solo se decirte de una forma intensa
y eso es algo que tu bien sabes,
que llevo aquí adentro y te dije hace tiempo.

Y eso es que yo te amo tanto, tanto, tanto, tanto,
desde aquel día que entraste en mi vida.
Y que ahora que te encuentras lejos
yo te extraño tanto, tanto, tanto, tanto,
y te amo sin medida.

Y es que yo necesito amor
que escuches mis lamentos hoy
para olvidarme de la distancia
con cada palabra que tu me digas.

Y es que yo necesito amor
escucharte decir que me amas
y aunque pasa el tiempo
tu también me extrañas.

Y es que yo necesito amor
que escuches mis lamentos hoy
para olvidarme de la distancia
con cada palabra que tu me digas.

Y es que yo necesito amor
escucharte decir que me amas
y aunque pasa el tiempo
tu también me extrañas.

“El amor es un proceso no un sentimiento”

“El amor es un proceso no un sentimiento”
Aarón Miguel Reyes Blanco, Febrero de 2008
Todos creen que el amor es un sentimiento pero si el amor fuera un sentimiento amaríamos a todo lo que nos rodea de la misma manera, por ende no existiría el enamoramiento, el cortejo o la búsqueda del ser amado, ya que todos tendríamos el amor de todos y para todos, nos amaríamos los unos a los otros por igual y entonces dentro de la igualdad ¿cómo distinguir el amor? Sería lo mismo que intentar distinguir una manzana roja dentro de un universo de manzanas rojas, una aberración en si mismo, creado por ese anhelo de igualdad creado por la sociedad moderna.
El amor es un proceso porque llegamos a sentir amor por un puñado de seres, después de una valoración intuitiva e individual de todos aquellos que nos rodean, cuando somos niños amamos a nuestros padres, porque existe un proceso llamado crianza que te hace valorar (aunque después de muchos años de analizarlo ) lo que los padres hacen por sus hijos, amamos a nuestro hermanos porque se convierten en nuestros cómplices de aventuras, comparten vivencias y experiencias que solo en esa dualidad pueden generarse, llegamos a amar a nuestros amigos, porque se regenera el lazo fraternal aunque con el distanciamiento social evidente, amamos a nuestra pareja por los momentos y situaciones que enfrentamos al estar a su lado.
Si el amor fuera un sentimiento incluso un ser humano aislado, al encontrarse con otro ser humano lo amaría incondicionalmente. Si el amor es un proceso, al estar un ser humano aislado no siente amor por otros, porque no genera esa interacción humana, por ende el amor es producto de la integración social de los seres humanos, debido al intercambio bidireccional de experiencias y emociones, gestadas en un sistema cultural y valoradas a partir de las satisfacciones generadas entre los individuos.